Tengo que ser una diosa cueste lo que cueste

Hoy en día podemos ver lanzamientos constantes en el mercado de los productos de belleza, como así también la multiplicación de centros de estética, e incluso conozco muchos médicos como flebólogos, kinesiólogos que han agregado tratamientos de este tipo como un “plus” a lo que vienen haciendo habitualmente.
Es sorprendente ver como todo fue evolucionando para mejorar no solo la imagen de las mujeres sino también en los hombres .
Se nos puede ofrecer desde pasar todo un día en un Spa, y hacernos la “chapa y pintura” completa, hasta una buena sesión de masajes, con piedras calientes, uñas esculpidas, dietas variadas, permanente de pestañas, electrodos y aplicaciones de geles para la celulitis, extensiones, botox, colágeno, liftings, lolas nuevas , cola nueva , CARA NUEVAAAAA, depilación definitiva, blanqueamiento de dientes etc, etc, etc .ufff!!,en la actualidad el consumo de todo esto sin lugar a dudas ha aumentado vertiginosamente, si hasta la tecnología está de nuestro lado para ayudarnos a través del “milagroso fotoshop”,a eliminar hasta la mínima arruguita así de un plumazo nomás.
Quien más , quien menos, incursiona en algunas de todas estas cosas, a diario vemos que la “coquetería” no es solo cuestión de mujeres en este Siglo XXI, los hombres también están a full , haciéndose reflejos, alisados, cirugías, manicuría, convirtiéndose en “metrosexuales”, término muy de moda , para definirlos en estos tiempos.
Me parece bárbaro todo lo que se trate de mejorar el aspecto, más cuando al mirarnos en el espejo nos empezamos a ver mal y deprimirnos........ pero como todo, hay que mantener un cierto equilibrio.
Resulta ser, que cuando nuestra autoestima no esta bien, solemos recurrir en forma compulsiva a estas series de alternativas, y muchas veces caemos en el exceso. Vemos por ejemplo, por ahí a los “botox maníacos”, son esos que no paran de hacerse uno tras otro hasta el punto de cambiar prácticamente sus facciones, de ahí que muchos quedan con los ojos bien abiertos tipo “el dos de oro” o sino por el contrario, con cierto “aspecto achinado”, los “cirugíaadictos”, que viven de quirófano en quirófano, los que pasan toda su vida de gimnasio en gimnasio, de dieta en dieta , y sienten una gran culpa cuando se salen de esa cotidianeidad, como si hubiesen cometido algo atroz.
Ni hablar de los trastornos alimenticios, y en esto hago hincapié en los medios de comunicación que transmiten en forma no tan sutil diría yo a estas alturas, que tenés que ser una diosa alucinante, o un potro infernal, sino no existís, sos un looser!!! ,en cuanto a los talles de las prendas, son una cargada, no me digan, todo es “talle único”, yo creo que dentro de poco ni a la “Barbie” les van entrar jajaj. Una vez cuando yo tenía mi local de ropa, le pregunté a unos mayoristas porque no hacían talles normales, me contestaron que no lo hacían porque de esa manera ellos ahorraban tela, sino gastaban mucho, que tal? Que respuesta no?, con eso que tengo entendido que había una Ley de talles circulando..... en fin.
Es cierto que a todos nos gusta vernos lindos, estilizados, seductores, elegantes pero tampoco es cuestión de caer en la vorágine.
Les confieso que yo me cuido en las comidas, porque antes comía y no engordaba, ahora si aumento dos kilos me cuesta un suplicio bajarlossssss, encima soy re vaga para ir al gimnasio, me fascina comprar ropa - es una de mis debilidades-y alguna vez me gustaría "someterme" a alguna sesión de electrodos porque no?, pero hay que tener bien en claro que la moderación es fundamental, sobre todo cuando el sistema consumista en el que vivimos nos quiere absorver.
Hasta pronto